domingo, 22 de mayo de 2016

Edward Bernays

En este post destacaré algunas de las ideas que Edward Bernays propone en su libro “propaganda”, que en mi opinión siguen siendo válidas, seguidas de una breve reflexión. 

 - Quienes nos gobiernan, moldean nuestras mentes, definen nuestros gustos o nos sugieren nuestras ideas son en gran medida personas de las que nunca hemos oído hablar: Hay personas que asesoran y dirigen a quienes, por decirlo de alguna manera, se ponen de cara al público, pero tienen instrucciones claras que hacer, que decir y cómo actuar. 

 - Incluso los líderes, tienen líderes detrás: Detrás de cada líder en el que se fijan los ciudadanos, centro de mirada y críticas y mediador en la opinión pública, hay una persona o un equipo que se encarga de dirigirla hacia donde debe ir, qué debe decir y como debe actuar. Puesto que todo ello lleva a elaborar una cuidadosa estrategia en la sombra y debe parecer que todo sale del propio “líder”. 

 - Puede ocurrir que se dé un mal uso a los instrumentos mediante los cuales se organiza y focaliza la opinión pública. Pero tanto la focalización como la organización resultan necesarias para una vida ordenada: A menudo los “lideres” no emplean de forma correcta los instrumentos que tienen para llegar a las masas y esto influye negativamente en la opinión pública. En la época actual el instrumento más utilizado son las redes sociales, sobre todo twitter por su alcance y difusión. Estas redes sociales pueden ser un valioso aliado o un importante enemigo, y todo depende la forma de utilizarlas, hay que hacerlo con mucho cuidado, pensando cada palabra que se vaya a subir a la red y cada posible efecto adverso. De lo contrario debido a su rápida difusión, una mala critica llegara a miles de personas en segundos y la credibilidad y poder de influir en la opinión público de estas figuras bajará con gravedad. 

 - La propaganda es el brazo ejecutor del gobierno invisible: La propaganda es el modo que tienen los gobernantes y las personas que se encuentran detrás de ellos de llegar a las masas por su rápida difusión, su universalidad y su viralidad. 

 - La propaganda es el mecanismo por el cual se diseminan las ideas a gran escala, en el sentido amplio de un proyecto organizado para extender una creencia o una doctrina en particular: La propaganda puede ejecutarse de muchas maneras, gracias a Internet es una forma de llegar a miles de personas de manera rápida y económica y del buen hacer de la misma. 

 - Que la propaganda sea buena o mala dependerá en cualquier caso del mérito de la causa que se alienta y de la exactitud de la información pública: La propaganda va acorde con la causa que se desee transmitir a la población y del grado de información que se utilice, se necesita una cauda que motive a la sociedad y una buena información con sus buenas fuentes, si falla uno de estos dos aspectos, la propaganda fallará. 

 - Muchos de estos líderes son a su vez liderados, a veces por personas cuyos nombres apenas se conocen: Las personas que se encuentran detrás de estos líderes, moldeando sus ideas, sus palabras, las que transmiten a las masas, suelen ser personas desconocidas para nosotros, ya que pocas veces nos proponemos a indagar para descubrir quien se encuentra detrás de las personas que seguimos. 

 - La gente de a pie no está al corriente de hasta qué punto las palabras y las acciones de nuestros hombres públicos más influyentes están dictadas por personas taimadas que se mueven entre bambalinas: Habitualmente pensamos que las cosas que dicen las personas influyentes son ideas suyas, que sus actos los dirige únicamente la persona en cuestión, sin plantearnos que haya alguien detrás de ellos dirigiéndoles, tal y como hacen ellos con la población. 

 - El asesor en relaciones públicas debe ejercer una vigilancia constante ya que de lo contrario una información imprecisa o falsa procedente de fuentes desconocidas puede tener graves consecuencias: En la época en la que vivimos gracias a Internet se publican miles de informaciones a diario, muchas de ellas falsas pero que pueden afectar muy negativamente a los dirigentes de la opinión pública. El asesor en relaciones públicas debe estar al tanto de todas ellas y manejarlas de modo en que no afecten a la persona o entidad para la que trabajan.

viernes, 20 de mayo de 2016

Manipulación mediática y desinformación

Pascual Serrano en su libro "Desinformación. Como los medios ocultan el mundo" afirma y refelxiona acerca de “la incompatibilidad entre el mercado laboral de los medios de comunicación privados y el rigor en sus contenidos”. Esta es una afirmación completamente cierta, los autores de los materiales aunque ven como su trabajo es modificado en beneficio de lo que quiera hacer creer el periódico, revista o el propio periodista, deben aceptarlo y callar si quieren continuar teniendo trabajo y seguir pudiendo asumir sus gastos. 

Esta es una práctica que únicamente beneficia a quienes lo publican, porque podría decirse que los autores de los materiales únicamente aceptan por un hecho de supervivencia, pero no es un plato de gusto para nadie que modifiquen su trabajo, y por supuesto para la sociedad supone un engaño y una desinformación. 

 El hecho de que la información hoy se presente descontextualizada, simplificada, basada fundamentalmente en imágenes, y en ser testigo ocular de una parte de la realidad y no intérprete de la misma tiene como consecuencia una desinformación total. Para que la sociedad esté plenamente informada de forma neutra y objetiva, las informaciones que se proporcionen deben ser completas y no diezmadas, deben apoyarse en imágenes, pero no sustentarse únicamente en las mismas, puesto que una imagen solo recoge una parte muy concreta de la situación, y por lo tanto debe ir acompañada de una descripción completa objetiva para que el lector pueda forjar su propia opinión del asunto en cuestión y no una opinión auto impuesta por el medio que pretende que crea lo que a ellos les interesa vender. El lector necesita datos, contextualización para entender toda la información, sin ello y sin todo lo anterior la sociedad nunca estará debidamente informada. 

 Los periodistas no tienen interés en la veracidad de la fuente, si esta es oficial. Si el periódico o periodista comparte la ideología del gobierno del momento se asume y se transmite, sin necesidad de contrastarla. Todo ello podríamos hablar de manera implícita de manipulación y por supuesto de desinformación, de manera absolutamente intencionada y que se repite a lo largo del tiempo. 

El lenguaje en los medios de comunicación es un arma de doble filo, que pretende meterse a su audiencia en el bolsillo con un lenguaje que parezca una cosa mientras es otra distinta. Lo que la sociedad percibe como un lenguaje claro, denotando una opinión neutra y objetiva es solo una cortina de humo, un engaño porque en realidad es todo lo contrario. Es un lenguaje cuidado para que la sociedad lo perciba de la forma que a ella le gustaría recibir ese mensaje pero que en realidad se entrega de la forma que a los medios más les interese y les convenga, todo ello disfrazado de información. 

 Hay un interés económico detrás de los medios y empresas y gobiernos controlan la información en base a sus intereses. La publicidad es determinante para la información, los anunciantes son los que influyen en la prosperidad y supervivencia de los medios. Las entidades que tienen intereses en dar a conocer la información que ellos les convienen son las fuentes de los medios de comunicación. Y las élites gubernamentales y económicas proporcionan comentarios negativos para acallar cualquier información que pueda ir en contra de sus intereses. 

 Como conclusión, los medios de comunicación juegan un papel vicario, no plasman una información objetiva (en su mayoría), ni siquiera propia en muchos casos, si no que obedecen a gobiernos o empresas que están por detrás, y por lo tanto únicamente actúan como sustitutos proporcionando la información que les interesa y haciéndolas propias.

jueves, 5 de mayo de 2016

¿Nos consume el consumismo?

Sociedad de consumo, o sociedad de consumo de masas, es un término utilizado en economía y sociología, para designar al tipo de sociedad que se corresponde con una etapa avanzada de desarrollo industrial capitalista y que se caracteriza por el consumo masivo de bienes y servicios, disponibles gracias a la producción masiva de los mismos.
 
El concepto de sociedad de consumo está ligado al de economía de mercado y, por tanto, al concepto de capitalismo, entendiendo por economía de mercado aquella que encuentra el equilibrio entre oferta y demanda a través de la libre circulación de capitales, productos y personas, sin intervención estatal. Algo que se podría poner en entredicho, puesto que es de todos sabido que los gobiernos participan activamente en incentivar el consumo, puesto que de ello depende la economía.
 
En la sociedad de consumo se ha desarrollado toda una serie de recursos y estrategias con el fin de aumentar el consumo y dar salida a la producción. Uno de estos recursos ha sido el desarrollo de diferentes modalidades de venta, como la venta a plazos y las tarjetas de crédito. También hay que señalar el acortamiento de la vida de los productos debido a su mala calidad o a la imposibilidad de repararlos o recargarlos, los productos de un solo uso, las modas cambiantes, las ofertas y sobre todo la publicidad y el marketing, son algunos de los conceptos y estratagemas que favorecen la cultura del consumo.
 
La publicidad               
 
La publicidad puede definirse como una comunicación masiva pagada, cuyo propósito final es el divulgar la información, producir o cambiar actitudes e inducir a la acción beneficiosa para el anunciante. En la sociedad de consumo la publicidad lo inunda todo y se sirve fundamentalmente de los llamados medios de comunicación de masas.
 
En primer lugar, la publicidad trata de llamara la atención del público sobre el producto anunciado e intenta impactar mediante la estética de los anuncios.
 
En segundo lugar, debe conseguir que el público compre el producto. Esto se logra provocando primero en los consumidores el deseo del producto. Para ello los técnicos en publicidad examinan y tienen en cuenta las más íntimas motivaciones y deseos del ser humano, como es la necesidad de seguridad en uno mismo, el éxito en la vida, la necesidad de aprobación por parte de los demás, etc.
 
El marketing
 
El marketing intenta conseguir una producción más rentable y una venta de los productos más eficaz. Un ejemplo de estas técnicas consiste en presentar los mismos productos como “distintos”, con envolturas, marcas o envases diferentes, de modo que sean capaces de provocar necesidades “nuevas”
 
Los expertos en marketing saben muy bien que la apariencia o imagen externa del producto es signo de prestigio y distinción. De ahí la importancia que adquieren las marcas, el establecimiento de compra, la firma del diseñador o incluso un precio elevado en las estrategias de venta. Frecuentemente la imagen del producto cuenta más que la calidad o su utilidad.
 
Existen multitud de elogios y críticas a este tipo de economía. Mi postura es de elogio, quizá no todas sus partes, pero si la gran mayoría. En ocasiones es exagerado el bombardeo publicitario que nos impacta, pero creo que debido a que es una economía propia de países desarrollados, cada uno debería tener su propio criterio a la hora de elegir lo que compra y lo que no, y no comprar por comprar solo por el hecho de haber visto la campaña de una marca. Todo ese bombardeo, en mi opinión sirve para que tengamos un amplio abanico de elección, no que debamos comprarlo todo, como muchos detractores del consumismo afirman.
 
El poder elegir entre la marca A y B, o entre diferentes tipos de productos, comercios, etc, es lo que nos hace libres, y lo que nos diferencian de países menos desarrollados, en cualquier ámbito, todo poder de elección es un avance y un beneficio para la sociedad.
 
 

sábado, 30 de abril de 2016

Rompiendo tabúes

El nombre de Oliviero Toscani quizá a muchos no les suene, quizá ni siquiera lo asocien a la marca Benetton, pero lo cierto es que fue él quien hizo las campañas más famosas, reconocidas, rompedoras y polémicas de la historia de United Colors Of Benetton.
 
Estuvo vinculado profesionalmente a la marca entre 1982 y 2000, pero Oliviero Toscani es ante todo un fotógrafo excepcional con un ojo único para retratar, sin ningún tipo de tapujos, los problemas que corroen el mundo. De hecho, Toscani reniega de la etiqueta de "fotógrafo publicitario" y de la publicidad en general, "La industria publicitaria en su conjunto es una industria de idiotas hecha por idiotas", confiesa el fotógrafo italiano en una entrevista que concedió a Spiegel.
 
Entre las perlas que dedica a la industria publicitaria se encuentran por ejemplo que, “La publicidad hace promesas vacías y saca beneficio de las debilidades humanas, basándose en el principio de la seducción, un principio que es completamente absurdo” o “Yo no he vivido de la publicidad, la publicidad ha vivido de mí durante años. He sido muy generoso con la publicidad. He ayudado a muchos publicitarios a ser menos tontos”. Son algunas de las citas que dedica Toscani al mundo de la publicidad. No hay más que leer su libro “Adiós a la publicidad”, para sumergirse en la feroz crítica que hace a la publicidad.
 
Sobre sus controvertidas campañas para Benetton, que se toparon de bruces con la censura en múltiples ocasiones, Toscani niega que tales campañas hayan estirado peligrosamente los límites de lo aceptable en la publicidad. “La publicidad es todo y lo puede todo. También la Capilla Sixtina es publicidad, publicidad creada por Miguel Ángel, un genio que por cierto ni siquiera creía en quien le contrató, la Iglesia Católica”, apunta.
 
Con sus anuncios para la firma transalpina de Roma, Toscani nunca buscó revolcarse en la miseria, como le acusan algunos. “Mi deseo fue en todo momento desterrar los muchos tabúes que atenazan al ser humano”, asegura.
 
¿Por qué este tipo de publicidad es tan censurable y levanta tantas críticas?, ¿Qué hay de censurable en la propia realidad? Parece que a la gente le gusta sumergirse en esa publicidad idílica y efímera, totalmente cuestionable, antes que abrir los ojos ante la cruda realidad. Benetton no necesita poner fotos de sus prendas para publicitar sus productos, y como Benetton, hay muchas marcas que se venden solas. ¿Por qué no hacer como Toscani una publicidad que además de dar notoriedad a la marca (no debemos olvidar el propio propósito de la publicidad), conciencie a la población y sea la voz de las miserias más ocultas?
 
La gente no quiere ser personas muriendo de sida, o la ropa ensangrentada de un soldado que ha muerto por su país, la gente es cómoda y bastante tiene con lo suyo, son imágenes que no les apetece ver a tamaño valla, porque les hace pensar, y sentirse mal, porque posiblemente ellos mismos estén quejándose y lamentándose de sus vidas cuando son sumamente cómodas en comparación de otros que no tienen tanta suerte. Así que prefieren quejarse y protestar, para no tener que ver algo que saben que ocurre pero prefieren ignorar.
 
Los caminos de Benetton y Toscani se separaron hace ya 16 años, pero su “matrimonio, así es como definía su relación con la marca el propio fotógrafo, nos ha dejado anuncios que se han quedado grabados inevitablemente en las retinas de todos nosotros, porque lo que a algunos les parecen campañas llenas de provocación, censura y extremadamente horrible, a otros nos parecen increíblemente maravillosas y totalmente necesarias de mostrar al mundo, a ese mundo que da la espalda y no quiere ver. A continuación os pongo mi Top 10 de Toscani para Benetton:
 




 

martes, 19 de abril de 2016

Tuits de oro

Para comentar la noticia de este post es preciso aclarar primero qué es AUTOCONTROL:
 
La publicidad es una ventana a la que todos tenemos acceso. Por eso desde AUTOCONTROL trabajan por una buena publicidad: por una publicidad veraz, legal, honesta y leal. Con este objetivo, los principales anunciantes, agencias y medios de comunicación, crearon en 1995 esta asociación sin ánimo de lucro, que se encarga de gestionar el sistema de autorregulación publicitario español.
 
Los consumidores se benefician de la autorregulación, que les garantiza una publicidad responsable, a través del sistema gratuito de reclamaciones, que resuelve un jurado formado por expertos independientes de forma ágil y eficaz. La industria también se beneficia al disminuir los actos de competencia desleal.
 
AUTOCONTROL pertenece a la red europea de órganos de resolución extrajudicial de litigios con los consumidores gestionada, en la actualidad, por la Dirección General de Justicia y Consumidores de la Comisión Europea.
 
Pero, ¿es deber de AUTOCONTROL valorar todos los modelos de publicidad? Ciertamente estos modelos han cambiado, ya no se limitan a publicidad convencional y cada vez más, se siguen estrategias nuevas y a menudo camufladas. ¿Hablamos de publicidad encubierta o son nuevas tácticas de marketing totalmente lícitas? El caso que expongo a continuación es un claro ejemplo de ello.
 
La cifra más elevada pagada hasta ahora por la publicación de un tuit, la habría cobrado según la agencia americana de comunicación social Opendorse, Cristiano Ronaldo, y la cantidad ascendería a 260.000€.
 

 
Esto sería un nuevo filón en estrategias de marketing al que cada día se suman más anunciantes. Basta un solo clic y aguardar unos minutos para que el mensaje corra por todo el mundo y llegue a millones de personas. El precio se fija con una simple ecuación: el dinero que se paga se calcula en función del número de seguidores y la visibilidad del dueño del perfil en las diferentes redes.
 
No habría nada que objetar en todo esto si el mensaje difundido por el deportista de élite o el personaje famoso en cuestión, deja claro que se trata de una promoción. Todos los que leen ese mensaje interpretarán que el tuit tiene contraprestación económica (a eso se le llama anuncio) y no es fruto de una reacción espontánea del autor del mensaje –como ocurre entre la mayoría de usuarios de esas redes– ante un producto, un destino o un alojamiento que le ha gustado.
 
Los profesionales en marketing saben, como nadie, que la mejor campaña es aquella que no se vende como tal. Y en las redes sociales son el aliado perfecto para esta práctica. El usuario que lea ese tuit no reaccionará igual si piensa que es una opinión sincera del famoso, Cristiano Ronaldo en este caso, que si sabe que ha habido una compensación económica por detrás y simplemente está obligado a escribirlo. “El impacto psicológico en el lector de ese tuit es mucho mayor al considerar que se trata de una recomendación sincera y no de un anuncio”, afirma Francisco Pérez Bes, secretario general del Instituto Nacional de Ciberseguridad. Esa práctica es ilegal y tiene un nombre: publicidad encubierta.
 
“El tuit fruto de un acuerdo publicitario que no informa de la existencia de ese contrato infringe claramente el principio de autenticidad o identificación publicitaria recogido en la legislación y el Código de Conducta de Autocontrol”, afirma Sandra Vilajoana, profesora de Estudios de Ciencias de la Información de la UniversitatOberta de Catalunya (UOC). “Aun sabiendo que los personajes famosos reciben generosos ingresos por sus actividades publicitarias, lo que la ley persigue es la protección del consumidor y las buenas prácticas en el mercado. Así que el usuario que lee el mensaje debe identificar en todo momento si el tuit es fruto de una reacción espontánea de su autor o forma parte de una campaña publicitaria”, indica, por su parte, Francisco Pérez Bes. Pero la realidad, apunta Laura Cuesta Cano, profesora de la Universidad Camilo José Cela y experta en redes sociales, “es que cada día nuestros soportes digitales se llenan de tuits de personajes conocidos o famosos con recomendaciones sobre productos o marcas que son más que sospechosos”. Cuesta Cano añade “que tanto la marca como los famosos podrían ser perseguidos por la ley si realmente se demuestra que están realizando una campaña de publicidad encubierta en la que la audiencia no es consciente de que se trata de un contenido de marketing”.
 
El Reino Unido ha sido uno de los primeros países en reaccionar ante campañas sospechosas de publicidad encubierta. Una de ellas la protagonizaron varios famosos –entre los que se cuentan el futbolista Rio Ferdinand o la actriz Katy Price– que se fotografiaron con una chocolatina y escribieron el mismo mensaje: “No eres tú mismo cuando estás hambriento”. Hubo una investigación que acabó exculpando a la marca, pues varios de los participantes incluyeron en su mensaje el hashtagspon, lo que para las autoridades en el control de las buenas prácticas publicitarias fue suficiente para que los receptores de esos mensajes identificaran que se trataba de una campaña publicitaria. Así que para no vulnerar la ley, considera Sandra Vilajoana, “bastaría con añadir a esos tuits sospechosos de ser publicidad encubierta hashtags como promo o publi. Aunque esa es una práctica que, de momento, raras veces se ve.
 
¿Cuáles son los límites de lo legal? ¿Se considera engaño hacer creer al público que realmente esos famosos adoran una marca en cuestión aunque ni siquiera sean consumidoresde la misma? En mi opinión si, y lo veo claramente como una forma de publicidad encubierta, ya que evidentemente es publicidad, pero el público no es consciente de ello. Una vez más para vender todo vale, aunque sea pagar cifras desorbitadas por tan solo 140 caracteres con el consecuente engaño hacia los usuarios.

jueves, 14 de abril de 2016

Machismo en publicidad: antes, ahora y después

 
En lo referente al machismo en publicidad, tendemos a remontarnos a las gráficas de los años 50 y 60, en las que estos casos eran más que evidente. También tendemos a pensar (o a auto convencernos), de que estas prácticas han cesado, pero lo cierto es, que en pleno siglo XXI, estos casos siguen siendo tan recurrentes en publicidad como hace 50 años.
 
Es cierto que la sociedad ha cambiado, también es cierto lo mucho que se ha avanzado con todo el movimiento feminista, pero aunque se quiera obviar, también es cierto que el machismo esta tan a la orden del día como antes, aunque quizás, algo más camuflado.
 
Muestra de todo esto son los siguientes anuncios modernos (a la derecha) en comparación con sus antecesores (a la izquierda): 

- El hombre siempre pisa a la mujer

 
- La mujer, ese ser desvalido torpe por naturaleza

 
- Los electrodomésticos, la gran felicidad de una mujer


 - Nada para anunciar ropa para hombres, como una mujer sin ella



Estos son solo cuatro ejemplos esclarecedores de que la publicidad vejatoria hacia la mujer no ha cambiado tanto como pensamos, y que sus homólogos modernos no se quedan en absoluto atrás. Las similitudes palpables en este tipo de publicidad de hace 50 años y de ahora son tan impactantes como deprimentes, y es que por lo visto para vender, todo vale.
 
Pero realmente, ¿es así?, ¿todo vale en publicidad?, ¿todo vale para llamar la atención?, ¿Dónde están los límites?. Antes podía haber una excusa, que no era más que eso, una excusa, y pensar que "eran otros tiempos", pero ¿y hoy en día?, ¿Cuál es ahora la excusa? Simplemente no la hay. Pretenden vender una sociedad moderna, avanzada e igualitaria en la que siguen presentes los mismos estándares y actitudes sexistas que hace 50 años.  
 
El problema es que hay quien se escuda en que antes eran otros tiempos, pero hoy en día no lo son, esos tiempos han pasado y ese machismo tan heavy y tan público sigue tan presente como entonces.

jueves, 7 de abril de 2016

Whisky para ellos, Vozka para ellas

La publicidad es algo que nos condiciona más de los que pensamos, y la mayoría de las veces ni siquiera podemos darnos cuenta. Una prueba de ello es la publicidad de bebidas alcohólicas y como sutilmente de muestran una utopía en la que conseguirás ser de una forma u otra, o incluso ser percibido de manera más atractiva por tomar cierto tipo de bebida.

Este es el testimonio de un camarero: “Una vez un tipo me pidió un Dry Martini. Se lo hice. Me dijo que sabía a ginebra. Y, claro, el Dry Martini no es otra cosa que ginebra, un chorro de vermú y una aceituna cruzada. El tipo no tenía ni idea de lo que estaba bebiendo; solo quería el cocktail de James Bond. De alguna manera aspiraba a representar en él todo lo que tiene un personaje como Bond”.

Mucho antes de que el alcohol fuera un producto comercial, la bebida ha definido y comprado nuestras identidades sociales: género, masculinidad, feminidad, raza, patria, estatus... Y la industria del alcohol lo sabe. Por eso, desde el siglo XIX, la publicidad de alcohol ha jugado con nuestras aspiraciones y sueños.

De esta manera, la publicidad etílica ha hecho que incorporemos la droga más peligrosa de todas —según las estadísticas— como un hábito social hasta el punto de que su prohibición sería impensable.

La historiadora Gina Hames, autora de Alcohol in World History, dice: “La revolución industrial llevó a una producción masiva que tenía que publicitarse. El alcohol no es un producto estático, no es algo que la gente tenga que tener, no es algo necesario y, por tanto, a la gente se le tiene que decir que tenga un deseo por el alcohol. Te dicen que si quieres ser rico tienes que beber una determinada bebida, que si quieres ser masculino tienes que beber esta otra, y si quieres ser sexy beber este vino... La publicidad tiene un efecto arrollador sobre lo que la gente bebe, y para que la gente beba”.

Para Hames, el bombardeo publicitario y las estrategias de marketing han convertido al alcohol en un producto completamente aceptado, después de haber sido censurado moral y legalmente a principios del siglo XX.

Solo en España, la industria gasta 1 millón de euros diarios en promocionar el consumo.
 
Promueven el alcohol, si, pero de forma ética
 
Los problemas derivados del alcohol han llevado a los Estados a legislar la publicidad sobre el alcohol: en un anuncio de alcohol en España, jamás veremos a alguien conduciendo. Y lo que es más asombroso: tampoco veremos a nadie bebiendo directamente.

Las propias marcas de bebida tienen reglamentos internos para promocionar sus productos de manera responsable. Y hecha la ley, hecha la trampa, ya que otro territorio que ha conquistado la promoción del alcohol es el de las bebidas no alcohólicas. Bebidas que no tienen restricciones legales, como Schweppes o Red Bull, pero que aluden a la mezcla con alcohol.

Para los médicos expertos en adicciones, como el doctor Antoni Gual, lo único que fomentaría el consumo responsable sería la disuasión, no la publicidad "responsable".

La publicidad del alcohol, por mucho que haga hincapié en la moderación, tiene el objetivo de impulsar el consumo. No lo hace de manera directa, pero sí que nos dice que, si queremos tener un estilo de vida determinado —una identidad—, tenemos que beber eso. Y la responsabilidad de lo que pueda pasar queda en el consumidor. La promoción ética es una contradicción en sí misma.

Javi Inglés, director creativo y abstemio, asegura: “Un anuncio como el de Estrella Damm solo describe lo que pasa en verano: la gente va a los bares y bebe. Es un hecho descriptivo. Bacardí se centra en su historia, bueno. Pero luego tenemos a los que te enseñan al guaperas, a decirte lo guay que tú eres y apelan al orgullo. Y eso ya es más cuestionable. A veces cuando hago publicidad de alcohol es como si hiciera publicidad de la coca. Le estoy diciendo a la gente: ¡mira cómo vas a molar cuando te metas una ralla!”.

Hasta algo tan simple como que bebida vas a tomar, está condicionado por la publicidad y por unos estereotipos e ideales a los que de manera completamente ilusa pensamos que vamos a alcanzar por el simple hecho de tomar una bebida. Parece que nuevamente olvidamos que las marcas lo único que quieren es conseguir ventas, y te venderán la moto que quieres oir para conseguirlo, depende de ti si caes en la trampa y te lo crees o no.