jueves, 5 de mayo de 2016

¿Nos consume el consumismo?

Sociedad de consumo, o sociedad de consumo de masas, es un término utilizado en economía y sociología, para designar al tipo de sociedad que se corresponde con una etapa avanzada de desarrollo industrial capitalista y que se caracteriza por el consumo masivo de bienes y servicios, disponibles gracias a la producción masiva de los mismos.
 
El concepto de sociedad de consumo está ligado al de economía de mercado y, por tanto, al concepto de capitalismo, entendiendo por economía de mercado aquella que encuentra el equilibrio entre oferta y demanda a través de la libre circulación de capitales, productos y personas, sin intervención estatal. Algo que se podría poner en entredicho, puesto que es de todos sabido que los gobiernos participan activamente en incentivar el consumo, puesto que de ello depende la economía.
 
En la sociedad de consumo se ha desarrollado toda una serie de recursos y estrategias con el fin de aumentar el consumo y dar salida a la producción. Uno de estos recursos ha sido el desarrollo de diferentes modalidades de venta, como la venta a plazos y las tarjetas de crédito. También hay que señalar el acortamiento de la vida de los productos debido a su mala calidad o a la imposibilidad de repararlos o recargarlos, los productos de un solo uso, las modas cambiantes, las ofertas y sobre todo la publicidad y el marketing, son algunos de los conceptos y estratagemas que favorecen la cultura del consumo.
 
La publicidad               
 
La publicidad puede definirse como una comunicación masiva pagada, cuyo propósito final es el divulgar la información, producir o cambiar actitudes e inducir a la acción beneficiosa para el anunciante. En la sociedad de consumo la publicidad lo inunda todo y se sirve fundamentalmente de los llamados medios de comunicación de masas.
 
En primer lugar, la publicidad trata de llamara la atención del público sobre el producto anunciado e intenta impactar mediante la estética de los anuncios.
 
En segundo lugar, debe conseguir que el público compre el producto. Esto se logra provocando primero en los consumidores el deseo del producto. Para ello los técnicos en publicidad examinan y tienen en cuenta las más íntimas motivaciones y deseos del ser humano, como es la necesidad de seguridad en uno mismo, el éxito en la vida, la necesidad de aprobación por parte de los demás, etc.
 
El marketing
 
El marketing intenta conseguir una producción más rentable y una venta de los productos más eficaz. Un ejemplo de estas técnicas consiste en presentar los mismos productos como “distintos”, con envolturas, marcas o envases diferentes, de modo que sean capaces de provocar necesidades “nuevas”
 
Los expertos en marketing saben muy bien que la apariencia o imagen externa del producto es signo de prestigio y distinción. De ahí la importancia que adquieren las marcas, el establecimiento de compra, la firma del diseñador o incluso un precio elevado en las estrategias de venta. Frecuentemente la imagen del producto cuenta más que la calidad o su utilidad.
 
Existen multitud de elogios y críticas a este tipo de economía. Mi postura es de elogio, quizá no todas sus partes, pero si la gran mayoría. En ocasiones es exagerado el bombardeo publicitario que nos impacta, pero creo que debido a que es una economía propia de países desarrollados, cada uno debería tener su propio criterio a la hora de elegir lo que compra y lo que no, y no comprar por comprar solo por el hecho de haber visto la campaña de una marca. Todo ese bombardeo, en mi opinión sirve para que tengamos un amplio abanico de elección, no que debamos comprarlo todo, como muchos detractores del consumismo afirman.
 
El poder elegir entre la marca A y B, o entre diferentes tipos de productos, comercios, etc, es lo que nos hace libres, y lo que nos diferencian de países menos desarrollados, en cualquier ámbito, todo poder de elección es un avance y un beneficio para la sociedad.
 
 

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